Mensajes de diversas orígenes
jueves, 4 de abril de 2024
Hijos Míos, Tomad las Manos de los Sacerdotes
Mensaje de Nuestra Señora Reina a Gisella Cardia en Trevignano Romano, Italia, el 3 de abril de 2024
Queridos hijos, gracias por escuchar Mi llamada en vuestro corazón y por doblar vuestras rodillas en oración. ¡Mi Hijo ha Resucitado! La Misericordia sobre la humanidad será grande. Pero os pido, hijos Míos: mereced este momento de Gracia estando cerca de los Sacramentos. Os pido que penséis en elevar vuestra vida espiritual y no vuestra vida material. Yo estoy aquí para guiaros. Hijos míos, tomad las manos de los sacerdotes. Conducidles por el buen camino y amadles para que no se pierdan.
Ahora os bendigo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
La Virgen añadió: «¡Hoy descenderán muchas gracias, dad testimonio y creed en el Evangelio!».
Breve reflexión
La Madre de Dios sigue llena de alegría y amor porque Jesús ha resucitado por nosotros. Mediante el anuncio pascual de la resurrección de Jesús, la Virgen nos advierte de que la gran Misericordia de Dios descenderá sobre toda la humanidad. Pero, al mismo tiempo, Ella nos invita a ser merecedores de esta Gracia que el Señor nos concede. Sabemos bien que, para obtenerla, debemos estar «cerca de los Sacramentos». Especialmente, debemos alimentarnos en la fuente de los sacramentos de la Eucaristía y de la Confesión, que siguen siendo los dos pilares principales de nuestro camino espiritual. Por eso, se nos invita a buscarlos asiduamente mediante la participación en la Misa dominical. Sólo así no nos sentiremos atraídos por la «materialidad del mundo». Amemos y recemos especialmente por nuestros sacerdotes, que han recibido de Dios el don de ser guías de nuestra vida espiritual. Recemos sin cesar por ellos, para que ninguno se pierda. Sabemos bien, cuántos sacerdotes son «probados y tentados» en su camino, y muchos de ellos «sin saberlo» han dado la espalda a Jesús. Recemos por ellos y no les juzguemos. Sólo necesitan nuestra oración. El juicio sobre ellos corresponde sólo a Dios. Por último, demos gracias a la Madre de Dios por todas las gracias y dones que, a través de Ella, descenderán copiosamente sobre nosotros. Feliz viaje a todos.
Origen: ➥ lareginadelrosario.org
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